En la Universidad Politécnica Salesiana de Cuenca, el día martes 27 de junio comenzaron las III Jornada de Reflexión Salesiana que se celebrarán hasta el día 30, organizadas por la Pastoral Universitaria a través del Área Razón y Fe.
En la III edición del evento los participantes exploraron los caminos más adecuados de acercamiento a la problemática que viven los jóvenes universitarios desde la dimensión antropológica, espiritual, ética y del Pensamiento Social de la Iglesia.
La ponencia de apertura fue realizada por el Ph.D. Agustín Ortega Cabrera, profesor e investigador de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y del Centro Universitario de Estudios del Seminario Diocesano de Ibarra. Su exposición trató de las perspectivas para una espiritualidad ecológica desde Laudato Si (LS) del Papa Francisco.
Ortega presentó las claves para una espiritualidad desde una antropología y ecología integral con la ética, principios y valores morales. Tal como nos enseña el pensamiento social de la iglesia, transmitido por la LS, y como fue anticipado de forma pionera por Don Bosco, auténtico maestro y testigo de esta sabiduría ecológica global. Una antropología y ecología con la ética del cuidado de la vida y de la justicia en todas sus dimensiones: personal, psicológica, ética, social, ambiental y espiritual.
El segundo tema propuesto para el día miércoles 28, «Las implicaciones éticas de las redes sociales», fue presentado por el profesor de la carrera de Comunicación y Editor Web de la UPS, Andrea De Santis. Al evento asistieron estudiantes que cursan las materias de Ética, Antropología, Pensamiento Social de la Iglesia y Comunicación Social.
«Es importante considerar siempre las consecuencias de las acciones y comunicaciones que realizamos en las redes sociales, porque afectan sobre todo las personas más cercanas a nosotros», manifestó el docente presentando algunos casos de cyberbulling a los estudiantes presentes.
De Santis enfatizó la importancia de analizar el comportamiento humano proyectado al espacio digital con el objetivo de profundizar el conocimiento sobre los posibles riesgos y peligros que se pueden encontrar en la web, sobre todo para los más jóvenes.
El Café Converso fue el evento central del tercer día, donde estudiantes, docentes y los equipos de acompañamiento, formativo, pastoral y de vinculación con la colectividad de universidades y unidades educativas de Azuay y Loja se reunieron para conversar sobre el tema «Buenas prácticas en la formación integral de la persona».
Durante el conversatorio, los participantes compartieron experiencias sobre las estrategias y acciones educativas implementadas en la promoción de la formación integral de sus estudiantes «una formación multidimensional y ética», así como también la concreción de ambientes apropiados para hacer de su trabajo y estudio un proyecto de vida.
Al término del conversatorio los participantes acodaron favorecer encuentros de reflexión y la formación integral sistemática en la capacitación de los agentes de pastoral involucrados. También, se proponen crear un canal de comunicación inter institucional, en el que se puedan compartir experiencias significativas, así como fundar una cátedra que promueva actividades de investigación y formación, sobre la formación integral de la persona en los subsistemas de educación ecuatoriano.
En el evento participaron delegaciones de siete instituciones: U.E. Asunción, U.E. Técnico Salesiano, U.E. María Auxiliadora, Universidad de Cuenca, Universidad del Azuay, Universidad Técnica Particular de Loja, Universidad Politécnica Salesiana.
El cuarto y último día del evento, el P. Felipe Mayordomo compartió con los estudiantes sobre «La familia como escuela de Vida y Amor» Aguinaldo del Rector Mayor, año 2017. El ambiente familiar propició la reflexión de los participantes. «Es en la familia, en el hogar donde se recibe el nombre, donde se experimentan los afectos; se saborea la intimidad, se aprende a pedir permiso, a pedir perdón y a dar las gracias», comenta el P. Felipe explicando como todos tenemos hemos nacido en una familia, con la belleza y limitaciones, está hecha de rostros, de personas que aman, hablan, comparten y se sacrifican por los otros.
«La familia es la primera escuela para los niños, grupo de pertenencia imprescindible para los jóvenes y el mejor asilo para los ancianos. Es el hogar donde se recibe el nombre, donde se experimentan los afectos, se saborea la intimidad, se aprende a pedir permiso, a pedir perdón y a dar las gracias», finaliza el P. Mayordomo.