«La Pedagogía de la Ternura plantea un equilibrio entre el progreso tecnológico y la dignidad de la persona de todo niño o joven con quienes se realizan procesos educativos, recuperando para esto, el sentido social y político en el cual los seres humanos estamos escritos». Con estas palabras el Padre Alejandro Cusianovich (sdb.) explicó, a estudiantes y profesores de la Sede Cuenca, en que consiste la pedagogía de la ternura, su larga historia en el pensamiento pedagógico, en particular en el mundo occidental, su relación con el Sistema Preventivo de Don Bosco y su «amorevolezza».
Con su conferencia: «Pedagogía de la Ternura, un desafío para la vocación y profesión de los educadores salesianos», acto desarrollado en el Teatro Universitario P. Carlos Crespi de la Sede Cuenca, la UPS se propuso presentar un tema de reflexión para el fortalecimiento de la identidad salesiana en los educadores que trabajan en sus obras.
En la conferencia el Padre Alejandro, quein desempeña su labor pastoral y de sacerdote en la ciudad de Lima (Perú), hizo énfasis en temas como la Religión, la Razón y la Amabilidad, su relación con el sistema preventivo de Don Bosco que se convirtió en una pedagogía de vida de los salesianos. Como explica el sacerdote salesiano, «el concepto de ternura no se reduce al ámbito de las relaciones personales, en donde se toma en cuenta la dimensión afectiva de las personas, sino ante todo se recupera y desafía a asumir una vocación política motivada por el amor como principio, como experiencia y como fin de las relaciones sociales del encuentro interpersonal».
«Si el amor es reconocido como articulador de la práctica política, entonces la lucha por la justicia por igualdad por la dignidad de los ciudadanos sin distinción alguna, no solo recobra su densidad y su función humanizadora, sino que expresa en su propia racionalidad política la fuerza en el valor político del amor y la ternura», acota el P. Cusianovich.