El día viernes 22 de febrero, el Padre Jorge Molina, sdb. Inspector de los Salesianos en el Ecuador y Canciller de la Universidad Politécnica Salesiana, visitó la sede Cuenca con el objetivo de enfatizar el trabajo que se realiza en la institución desde la misión de Don Bosco y celebrar conjuntamente con la comunidad las fiestas del Patrono.
En la mañana recorrió toda la sede universitaria, compartiendo el mensaje Salesiano con estudiantes, autoridades y personal administrativo. Ese mismo día participó de la exposición de los grupos ASU, en la cual fue testigo del trabajo cultural, artístico, tecnológico innovador que realizan los jóvenes universitarios.
El P. Jorge Molina asistió al Café Converso, realizado en las salas de Coworking como parte del Proyecto «Diálogo de Saberes», con la temática «La labor docente y administrativa en contextos salesianos universitarios», en el cual dio su opinión acerca de la relación estudiante/docente en base a la misión de Don Bosco, también felicitó la innovación en el ámbito educativo, tecnológico y científico implementada por la UPS
El sueño de Don Bosco de formar a los jóvenes con carisma y unión son valores que identifican a la comunidad salesiana, su legado y mensaje ha llegado a miles de personas. «En la actualidad hay que reconocer los principios y metodologías del fundador Salesiano para que sea parte fundamental del crecimiento profesional de los estudiantes», afirma el Padre Jorge Molina.
Según la máxima autoridad de los Salesianos en el Ecuador, dentro del contexto cambiante en el que se encuentra la universidad, la UPS está trabajando para escuchar y entender a los jóvenes: «La universidad está enfrentado positivamente los desafíos que en ella conlleva, porque escucha los signos de los tiempos, y los signos de los tiempos los jóvenes lo expresan de distinta manera».
Uno de estos desafíos para la UPS es integrar a toda su comunidad, conformar una universidad unida por un mismo propósito unificada por el mensaje salesiano. Durante su visita, el Padre explicó que tanto educadores como administrativos de la institución deben operar como una familia desarrollando alternativas para que los jóvenes se formen bajo una visión humanística y se desenvuelvan como profesionales de calidad.
Su mensaje a los jóvenes es: «Sean felices y no se contaminen con cosas que les esclaviza, les ata y no les deja ser ustedes mismos. Sueñen y sean felices porque ese es el sueño de Dios y de don Bosco».